¡Estamos en el mes de gritar lo que sentimos a los cuatro vientos!
Se acerca San Valentín y con él, el romance.
El romance son detalles. Detalles que causan suspiros y sonrisas. Detalles muchas veces inesperados que, en el fondo, anhelamos.
El romance es amor, y existen muchas formas de demostrarlo.
A lo largo del tiempo, el ser humano ha convertido varias acciones en detalles románticos, entre ellos y el más icónico: obsequiar flores.
¡Pero no cualquiera! La flor que vayas a obsequiar debe representar todo lo que sientes.
Una flor tan grande y despampanante como tus sentimientos. De un color tan vivo y hermoso como tu amor por esa persona. Una flor que no pase desapercibida.
Como la Dahlia.
Las Dahlias son las flores emblemáticas del amor, pues existe la creencia de que simbolizan un presagio de amor, un acontecimiento positivo que marcará un antes y un después en tu vida.
Enviar un ramo de Dahlias implica la proximidad de un acontecimiento alegre.
Por eso, para los enamorados, regalar esta flor es anticipar una declaración de amor.
¡Llegó el momento de gritar tu amor sin miedo y acompañarlo con los hermosos colores de las Dahlias!