El calendario tiene muchas fechas señaladas, pero sin duda alguna, hay una que sobresale sobre las demás: el Día de la Madre. Un día dedicado a ellas, a las que nos dan la vida.
El Día de la Madre es una celebración que se festeja en nada menos que 70 países del mundo. Curiosamente, no siempre en la misma fecha. Pero, curiosamente también, siempre de la misma manera: con flores. Tal vez porque precisamente son las flores el mejor ejemplo de la vida, de la fecundidad; esta tradición de regalar flores a las mujeres con título de madres en un día señalado de mayo es un auténtico ritual en las familias, nada como las flores para honrar la vida.
Las mamás nos han acercado al mundo de las flores, lleno de magia, de sentimientos y de mensajes...
La mamá es, por lo general, esa figura emocional y de sensibilidad en el hogar, que enseña a manifestar una buena amistad, a entender los colores y los olores. Es la que introduce estos elementos y hace que perduren en el tiempo de generación en generación. Ellas nos enseñan cómo darles dinamismo a los hogares con las flores y, también, tranquilidad y paz.
Las flores también llegan en estas fechas especiales con un mensaje en su color...
Así es como buscamos transmitir que nuestras madres son de todos los colores como las flores:
Rojas como el color del amor, siempre incondicionales y amorosas
Azules como el color de la calma, siempre tranquilas y llenas de paz
Amarillas como el color de la felicidad, divertidas y alegres llenas de vida
Amarillas como el color de la felicidad, divertidas y alegres llenas de vida
Rosadas como el color de la protección, siempre leales y justas
Mágicas como el color morado, llenas de creatividad e imaginación para hacer nuestros días únicos
Las flores son capaces de transmitir lo que a veces no sabemos expresar con nuestras palabras, cada variedad simboliza un concepto o emoción diferente, algo en lo que intervienen decisivamente los colores. Eso es precisamente lo que las hace tan especiales y aunque puedan parecer un obsequio desactualizado, lo cierto es que regalar flores es una costumbre milenaria que ha permanecido viva con el paso de los años. De hecho, siempre acaban siendo muy demandadas en este tipo de celebraciones. Y es que no hay persona a quien no le alegre el día recibir un bonito ramo.
¡Haz sonreír a tu madre en este día especial con una flor! Inspírate con las variedades de Ball SB
